Hábitos saludables que mantienen el hígado en perfectas condiciones
Estos son algunos hábitos que pueden implementar en tu rutina diaria para mantener la salud hepática durante mucho tiempo:
1. Evitar alimentos para cuidar el hígado inflamado. Los procesados y ultraprocesados ricos en hidratos de carbono son desaconsejables para una salud hepática.
2. Mantener un peso acorde a tu estatura y complexión corporal.
3. Reducir el consumo de alcohol, evitando la ingesta excesiva con motivos de fiestas y celebraciones.
4. Descartar totalmente el uso de drogas.
5. Utilizar racionalmente los medicamentos. Pregunta a tu médico si los medicamentos prescritos pueden afectar a la salud del hígado.
6. Protegerte convenientemente frente a los productos químicos que utilices: productos de limpieza, insecticidas, fitosanitarios.
7. Evitar el consumo de tabaco
Los alimentos que debes consumir y los que no para prevenir el hígado graso
Una alimentación inadecuada puede afectar negativamente a este órgano vital. Existen alimentos para cuidar el hígado inflamado, como la remolacha y los espárragos. Aunque la medida más adecuada es la prevención.
Alimentos perjudiciales para el hígado
• El alcohol
No es un alimento propiamente dicho, pero lo incluimos en esta relación por ser el enemigo número uno. Puede provocar un hígado graso alcohólico y dañarlo seriamente en el caso de hígado graso no alcohólico. El alcohol se metaboliza en el hígado, provocando un aumento considerable de triglicéridos durante el proceso. Se generan, además, gran cantidad de sustancias dañinas para las células del sistema.
• El azúcar
Las dietas ricas en azúcares refinados contribuyen a que las grasas resultantes de su metabolismo se acumulen en el hígado, causando dolor e inflamación.
• La sal
El consumo moderado de sal es beneficioso para el organismo. Pero un consumo alto te llevará a retener más líquidos de los deseables, haciendo que el hígado trabaje por encima de su nivel óptimo. Esto puede conducir, a largo plazo, a trastornos hepáticos.
• Las carnes rojas
Las carnes de cerdo, ternera y cordero contienen grandes cantidades de grasas saturadas. Debes consumirlas con moderación y priorizar la carne blanca de pollo o pavo, así como el consumo de pescado.
• Los embutidos
Igual que en el caso anterior,, los embutidos son altos en grasas saturadas. Una acumulación excesiva está relacionada directamente con la aparición de hígado graso.
• Algunos lácteos
Cuando se tienen problemas hepáticos, aunque sean leves, es recomendable tomar lácteos de leche desnatada, para evitar la grasa saturada de la leche entera. Algunos quesos curados, tipos parmesano, brie o emmental están muy desaconsejados por el alto porcentaje de grasas saturadas que contienen.
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